Los piojos, así como las liendres, son considerados uno de los problemas más preocupantes cuando los chicos empiezan las clases debido a la concentración de niños y niñas en los colegios. Los piojos solo necesitan del calor humano y de la sangre para sobrevivir y reproducirse. Para evitar una infestación, brote o epidemia de piojos, es necesario que vos como madre y padre te involucres en la prevención. ¡Estos consejos te van a ayudar!

Pero, ¿qué son los piojos?
El piojo es un parásito del tamaño de una semilla de sésamo que succiona la sangre de la cabeza del niño para alimentarse y coloca sus huevos en el cuero cabelludo. Este parásito acompañó al ser humano en todo el mundo desde tiempos inmemoriales y continúa siendo un problema sanitario y social difícil de resolver, según los especialistas.
¿Qué tipo de cabellos son los más afectados?
Contrariamente a lo que se creía, el piojo no busca cabellos que lucen sucios o malolientes. Sin embargo, la higiene personal es muy importante porque previene las infecciones que pudieran surgir al rascarse la cabeza. Cuando el cuero cabelludo aparece pegoteado, duele, pica y/o huele mal, está infectado. Hay niños que poseen una mayor predisposición al contagio. Esto puede estar asociado con menores concentraciones de ácidos grasos y secreciones de olores corporales.

¿Cómo se contagian?
El contagio puede ser directo (cabeza a cabeza) o a través de peines, sombreros y vinchas. El piojo es muy resistente y puede vivir en piletas de natación sin que lo afecte el cloro. De modo que los médicos recomiendan que los peines y otros elementos que estuvieron en contacto con el insecto sean sumergidos en agua hirviendo durante 10 minutos, o en alcohol (de 70°).
¿Qué hacer ante la presencia de piojos?
Cuando aparecen piojos se debe consultar al médico para evaluar el mejor tratamiento para el niño y/o niña. En pediculosis, el problema más grave es la reinfestación y aún no está resuelto. La mayor prevalencia de pediculosis se da en los niños preadolescentes, no encontrándose diferencias por edad, sexo ni estrato social.

*Esta nota fue producida en conjunto con el Servicio de Dermatología del Hospital Garrahan, a cargo de la doctora Bettina Cervini.